A mi ruina se acerca la esclava
de frío muerto y bocanada ardiente
porque rendir la antorcha centelleante,
lo dejaría no ser desde mi mirada.
Pensamiento muerto y macilento,
pasa a mi oscuridad callada,
no, fiel y sin amor abandonada,
toca en los cielos de mares y el Momento.
Rápido y acompañado de negra cobardía,
es mi cama, es mi tumba, es mi hora
a la sombra de tus manías.
viernes
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