viernes

Lo mismo

Después parará en otras aguas,
dejando cerca sombras y tristezas,
recogiendo montones de hojas y petalos,
y murmullos, y silencios, y llamadas,
 -silencioso gato que endereza su cola
y ronronea tras las ventanas cerradas.
 
(Después, el día, como un perro
ruidoso, salió por la puerta,
olisqueó la sequedad del sol y calidez, y
giró la cabeza buscando agua.)

No;
sin duda la noche ha aparecido.
Poco nos dejó (sin luz crece nada);
hambre pasada, tiempo entre los dientes,
un engordado conjunto de sombras animadas.
Ni un pensamiento. Dudoso pero tranquilo,
paseará de nuevo, volverá con el día.
Atraerá a esos perros guardianes.
Maullará hasta que yo mire la ventana.

Pero será igual. Como cualquier otro día.

Mismo ladrido, mismo maullido, y misma rutina.

lunes

Compañía

Callando de mi finita compañía
calló la persona
odiaría salir de tu olvido
librarme de ello
rearmarlo confirmarlo
poblarlo en su imperio.
Mi compañía me aterra/me ensordece
calló la persona con desprecio
odiaría que en los días me postergara
que me olvidara un poco más
me negara en compañía.
Pero no pasa que/
calló airadamente la persona/
si tu maldita compañía
se escinde de la mía
entonces olvidaré si yo era
o tú empezarás a olvidar si eras.
¿No será ninguno
antes de nada
mi compañía espuria?.
Apartando la mirada
como si se odiaran
condenarse
buen día
calló la persona;
y la persona dijo
hola.

jueves

LXI

Plebeya del escándalo: deslustrado en tanto
Oscuridad de guerra, sacrílegos agujeros,
De día triste quinqués feos,
Marcáis con estaño su extraño engaño.

Despierta el dolor, mas duerme mi llanto,
Y abren el grito mis dolores,
Saliendo la voz, rompiendo tambores,
De murciélagos brillantes y al tanto.

Nubes, cuya oscuridad alberga nada
De la tierra en ocre polvo.
Si el dolor te paraliza en el amor

Del frío amar del que disfruto,
Cómo para oscurecer el día
Ay, cuando no hay, mas qué solo.

domingo

Aun

Sobre la oscuridad plantada,
Sufren calores los ojos con los que miras
aquellas horas de octubre
y su cuarto limpio de hemorragia,
tiritas secas, gritando
que de ti callan al tirarse.

Porque no hay,
y alguien puede mirarlo con asco,
hay días que nunca llega tu mentira,
ese habitante cómodo,
limpiando todo, impoluto, sin mancha,
como en un interrogatorio de mamá
y casi cuando se va a lograr.
-Me sigo preocupando.

Mil respuestas tengo,
Sólo que ahora conozco a mi propia ironía,
porque no eras loba sino leona y también contigo
-Me sigo preocupando.

Blancas y en bajo, aves callando,
se van, el suelo en el cielo.

viernes

Hoguera

Yo habitaba despierto
como el fuego que quema la hoguera...
y tú viniste a mi
como se va
el humo que nace
en la hoguera.

Hoguera eras para mi, hoguera eres
y hoguera no eres, pero hoguera
duras piedras
que me rodean y me retienen
y en mi cabeza se va
y hoguera
tirando piedras que eran muro
y como acero la vida en mi.
Y en mi cabeza un hambre no saciada
de odiarlo todo... y una sed de furia
llamando...
eterna...

D

A mi ruina se acerca la esclava
de frío muerto y bocanada ardiente
porque rendir la antorcha centelleante,
lo dejaría no ser desde mi mirada.

Pensamiento muerto y macilento,
pasa a mi oscuridad callada,
no, fiel y sin amor abandonada,
toca en los cielos de mares y el Momento.

Rápido y acompañado de negra cobardía,
es mi cama, es mi tumba, es mi hora
a la sombra de tus manías.

miércoles

Teas

Entiérrame, odio, el infiero en tu boca
sin esa entrega liquida esclava,
que es tea del ignorante y se apaga,
enterrado en el fondo de arena.

Sácalo, odio, su azúcar, su boca
Mi curare agudo en rama seca,
Recto en la tranquilidad y condena
del suave rastrojo que azota.

¡Ah libre atasco, odio, ah maldición
enterrar paladas de arena
por tan amplios desiertos piel endurecida,

para no mirar como mi tosco dedo
acierta, odio, y se te seca
de teas y rastrojos de odio!